jueves, 21 de octubre de 2010

todos contra la ablación





Masticas la nuez de cola. Te atan con fuerza. Te abren las piernas y
viene la vieja matrona, la que sabe cortar la cantidad exacta de carne
que tienes que dar a cambio y con el filoso cuchillo o con un trozo de
vidrio te deja la marca y te cose y te cose y sangras, pero no gritas,
porque solo escuchas el rugido. En ese momento estás l ...ejos, corriendo
con la gacela, huyendo de los cazadores. Todos observan, hay que estar
bien seguros que se cierra con fuerza ese pasadizo que nació abierto y
te lleva a los arrecifes donde se esconden las sirenas de la noche y la
obsesión.

- Déjame darte la carne fresca que arrancaron de mi cuerpo, anda
sáciate con ella, le digo porque así lo escuché. Embárrate las manos con
mi sangre y déjame saber que no tiene mancha alguna. Camino entre las
garzas. Soy un leopardo que espera, un manto de arena donde te acuestas
sin temor y que seduce tu piel, la luna hinchada empapada en miel, una
naranja jugosa que saciará tu sed.

La ablación

Relato sobre la mutilación genital de las niñas

Por Tere Marichal Lugo




foto: ivan pinilla ramos
mujer samburu, kenya