jueves, 23 de abril de 2009

COMODIDAD O DIGNIDAD

:(


¡¡VUELA!!


Hace tiempo llevo pensdando en abrir un debate sobre este tema que me toca mucho la moral.



Es sabido por todos y todas que hemos llegado a un estado de "comodidades creadas" (para mi gusto impuestas por el sistema, pues siempre dije que somos esclavos de nosotros mismos, ya que hemos sido nosotros a lo largo de la historia los que lo hemos montado así, obviamente salvando las diferencias entre los distintos pueblos y culturas, pero bastante centralizado en la cultura capitalista del bienestar), pero, ¿es sano esta mentalidad de... que no me falte de nada, que mañana no se sabe, no me puedo quejar, si pudiera lo haría...



Bueno todo esto me surge cuando en mis relaciones con compañeros y desconocidos observo que practicamente nadie se encuentra agusto en su trabajo o en su casa, es decir, con su vida (que es suya no lo olvidemos). Entonces, estamos dispuestos a sacrificar nuestro tiempo, nuestro trabajo, nuestros pensamientos, nuestros actos... por cumplir con "algo" que no acabamos de entender y que no nos llega a convencer, a cambio de una vida sin ilusión, sin amor, sin improvisación (que las hay, muy condicionadas, pero las hay) y, no estamos dispuestos a mojarnos por una causa que, sin saber a ciencia cierta que sea revolucionaria o verdadera, sentimos que nos hará cierto bien en nuestro interior personal como: dejar este trabajo de mierda que me está matando, romper con mi pareja porque ya no estamos bien...



Las consecuencias de una estampida global renegando del sistema sería caótica, sacrificariamos lo que sabemos, lo que conocemos, y eso es terriblemente dificil, sólo la necesidad es capaz de sacar a la luz nuestros más ancestrales instintos de supervivencia (y no tele5 como ejemplo), ¿que tal promover en las escuelas y en los trabajos jornadas para la recuperación de los instintos naturales?, donde las falsedades quedan atrás por inviables, donde la personalidad de cada cual sale a la luz, pura, porque es necesaria para las ralciones entre personas sin presiones, sin influencias, recuperar la iniciativa personal sin pensar en el que dirán, que pasará... ¿ha llegado el momento insostenible que nos lleve a la locura de romper con todo lo establecido, buscando una alternativa viable por nuestra cuenta?, ¿es la última solución a los problemas que nos inundan cada dia de nuestras vidas?, ¿seremos capaces de luchar por nuestra libertad olvidada, incluso ignorada ya?



Familia, trabajo, educación, salud, seguridad... ¿no se nos han ido de las manos?, ¿no pensamos ya más en intentar mantener lo que esta escrito que en intentar arrglar lo que no funciona?. Reafirmar lo establecido en vez de recuperar lo perdido... no se, es un tema demasiado complejo como para estar seguro de lo que digo, es simplemente una preocupación que va creciendo con la edad, ¿porque no dedicar algo más de tiempo en luchar por los derechos y la libertad en vez de dejar todas nuestras fuerzas en enriquecer al enemigo? es ahi donde ese ente innombrable desconocido que podría ser el dios del siglo XXI (pues nadie lo ha visto, nadie lo conoce, pero es el que nos guia y nos condiciona en nuestros actos y pensamientos), nos tiene cogidos por los huevos y los ovarios. No es natural que sacrifiquemos nuestra salud, nuestro tiempo, nuestra vida en algo a lo que nunca le hemos visto el beneficio personal, en otros tiempos eso era esclavitud, y se penó, ahora veo lo mismo sólo que por un módico precio compran nuestro silencio, no nuestro trabajo.



Bueno me estoy reliando y no es cuestión.



Un abrazo

2 comentarios:

Fauve, la petite sauvage dijo...

Me gusta el debate y no que nadie haya participado. Empiezo yo, hale. O mejor dicho, te sigo.
Por una parte, creo absolutamente que el trabajo no dignifica, sino el dinero que te reporta para poder conseguir las cosas materiales necesarias para cada uno, ya sea para sobrevivir y para vivir con cierta comodidad o tranquilidad.
El trabajo que te guste podrías hacerlo entonces por hobby, odiosa palabra pero no se me ocurre mejor forma de expresarlo cuando me encuentro entre el sueño y la vigilia.
¿Cómo conseguir todo eso, incluidos otros temas -como las separaciones, por ejemplo- de las que hablas (escribes)? pues sería muy sencillo proponiéndonoslo, mirando si algo nos compensa o no y tomando decisiones para cambiar si no nos compensa. Pero nos encontramos con la sempiterna resistencia al cambio. La gente no se separa "por los hijos"; la gente no cambia de trabajo "por la inestabilidad", cuando no es "por la crisis". La gente no estudia para cambiar su rumbo en la vida "por la edad, a estas alturas..." Y tampoco se acomoda a lo que tiene, no se conforma en el buen sentido de la palabra conformar, sabiendo valorar lo que se tiene, que por desgracia se consigue cuando se pierde...
Creo que el fondo de todo esto se limita a una enorme mentira, una automentira gigante y global a la vez que personalizada, producida por EL MIEDO A LO DESCONOCIDO o, como diría Eric Fromm y tantos otros, el miedo a la libertad.
Un saludo.

oscarmurillo dijo...

Estoy de acuerdo con vosotros, el gran problema está dentro de nosotros mismos, nosotros somos el principal protagonista en lo que pasa en nuestras vidas, por lo tanto también tenemos mucha culpa de lo que nos suceda.
Cada persona ha de ser el arquitecto y a la vez constructor de su experiencia vital, tener el poder de decidir que quiere hacer en cada momento.
Igualmente creo que es una cuestión de inquietudes personales, de ser curioso, de no tener miedo al cambio, de experimentar, probar...
Cedo la palabra.
Saludos.